Durante las celebraciones por el Día del Maestro, profesores agremiados al Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú – Sutep San Ignacio, reflexionaron sobre la difícil tarea de ser docente:
El ex Secretario General del SUTEP San Ignacio, durante la década de los 70 y uno de los ex dirigentes más antiguos, profesor Luis Saavedra Guerrero, recordó que en su época tuvo que enfrentar una tarea muy difícil debido a la persecución por parte de las fuerzas del orden a los dirigentes, lo que ponía en constante peligro su vida y la de sus compañeros, pero que sin embargo, esto no hizo retroceder a los dirigentes en su lucha por conseguir algunos derechos.
Por su parte el docente Raúl Sosa Roque, dijo que ser sindicalista no es una tarea fácil pero sí noble, porque a través del gremio se hace prevalecer los derechos de las grandes mayorías, los mismos que son mellados en cierto modo por el centralismo de la derecha que pretende en todo momento, desprestigiar la labor docente.
Luego de instar a sus compañeros maestros a trabajar por la niñez, adolecentes y jóvenes de la provincia, recordó que los profesores son los amautas de la educación, deudos del gran maestro Jesús y del lustre José Carlos Mariátegui, entre otros grandes personajes, porque educan, enseñan y orientan por el sendero del bien.
“El maestro es quien predica con el ejemplo, estudio, trabajo y orden, cultivando en sus alumnos buenos hábitos, y reforzando su autoestima para que en la vida sepan valerse por sí mismos y se desenvuelvan en cualquier actividad”, dijo.
“El maestro es quien, nos conduce por el camino del saber, para mañana ser hombres y mujeres de bien dentro de la familia, la sociedad y de esta manera construir una patria grande”, agregó.
En la víspera al día central se programó una noche cultural con presentación de números artísticos; el día jueves 06 (día central), se desarrolló un almuerzo de camaradería para todos los maestros, seguido de una ceremonia de entrega de presentes en reconocimiento a los ex dirigentes del magisterio san ignacino.
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