El proyecto hidroenergético Chadín II ha reactivado los conflictos sociales en la provincia de Celendín, donde los pobladores de la zona ven con zozobra el futuro que les espera. Tanto la reubicación, para la cual no existe presupuesto ni zona destinada, como la inundación de más de 3200 hectáreas donde se producen cacao, yuca, café y otros productos agrarios son preocupaciones permanentes entre los productores.
Hasta la sede del Gobierno Regional Cajamarca, se apersonaron un promedio de 30 dirigentes que asistieron a la sesión ordinaria del Consejo Regional para manifestar su rechazo al proyecto que fue concesionado a la cuestionada empresa constructora Odebrecht.
El representante del Frente de Defensa del Río Marañón de la zona de Tupén Grande y Mendán: “Nuestra posición como propietarios y como dirigentes del lugar es para nosotros un caso cerrado. Hemos dicho no. Y los señores de la empresa no tienen ingreso a nuestra zona. Nosotros tenemos un futuro ya hecho, allí hay fuentes de trabajo”. En el mismo sentido, denunció que la empresa ha utilizado los programas del gobierno para engañar a los productores, como es el programa AGROIDEAS.
Por su parte, la dueña del lugar donde se pondrán las bases de la represa expresó que: “Yo he venido caminando 12 horas para llegar, por eso he pedido la palabra para hacerles saber cómo es que están desarrollando sus talleres: llevan gente pagada de otros lugares y cuando nosotros hablamos nos gritan. Nos dicen que somos locos. Por eso yo le pido a la empresa de Odebrecht: más respeto con nuestros pobladores y propietarios”.
La hidroeléctrica, denunciaron, solo podría funcionar entre 19 a 35 años. Luego de eso se la empresa abandonará a la represa con el sedimento que albergue en su interior. Según estudios de Odebrecht en 80 años estará totalmente llena, luego de los sedimentos se desbordarán y empezarán a golpear la base destruyendo la represa. Solo un mantenimiento de 40 millones de soles podría mitigar, por cierto tiempo, su normal destrucción.
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