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La derecha mafiosa, sus agentes y periodistas a sueldo buscan la sin razón para desprestigiar a Presidente Regional de Cajamarca Gregorio Santos Guerrero.

08-12-2011
En medios capitalinos se difunde un video donde se observa al Presidente bailando para un grupo cumbiambero. Grabación pertenece al mes de mayo y no a estos días que se encuentra de licencia.

FACEBOOK (08-12-11)

Gregorio Santos dice: “La derecha desesperada difunde un video, donde pretende hacer creer que estando de descanso médico habría estado bailando en la 0ficina Presidencial. Nada más burdo, las escenas fueron grabadas a solicitud de un grupo musical de Ayabaca "Magia y Amor"; quienes solicitaron se les permitiera grabar en mi ofcina y que los acompañara; la grabación se realizó en el mes de mayo. La derecha mafiosa, sus agentes y medios a sueldo, buscarán la sin razón para desprestigiarme, pero no podrán lograrlo. El Perú y los peruanos ya los conocemos; esta campaña sucia se inició desde hace varios años y continuará, pero no mellará nuestro espíritu transformador. A todos los líderes y dirigentes que luchamos por un nuevo Perú les pedimos cerrar filas e impedir que la derecha contamine la conciencia de nuestro pueblo. El objetivo de la derecha es mantener inalterable el orden de cosas existente y nuestro objetivo es cambiar, transformar este país en un país para los peruanos”.

En su cuenta de Facebook, muchas personas reconocen la valentía y firmeza del Presidente Regional en defensa de la vida y el medio ambiente. Describimos algunos comentarios.

Samuel Lumba Ramos:

“Somos fuertes si uno cae otro se levantará y estaremos unidos, ahora el gobierno central quiere hacer de la suya de los dirigentes cajamarquinos, pero que sepan que no nos daremos por vencidos”

Yesica Vera:

“Adelante Presidente, estamos juntos en esta lucha por la vida y por el agua”.

Marcos Ruiz:

“Espero no se le rompa la correa Sr. Presidente, es hora de poner las manos sobre la llaga”.

Marco Valdez Portilla:

“Gracias a Dios que todavía tenemos personas honestas y solidarias en el Departamento de Cajamarca y que estamos preparados para hacerle frente a cualquier gobierno hambreador y decirles que no nos tomarán como a sus cholitos, menos nos podrán aislar de nuestros dirigentes. Unámonos pueblo cajamarquino en esta causa común que nos compete a todos, porque tenemos la fuerza y el coraje para contrarrestar la acción aventurera del gobierno. ¡Viva Cajamarca carajo!”.

Beto Vásquez Ramírez:

“Desde el Distrito de Bolívar de la provincia de San Miguel estamos contigo Gregorio, no a la prepotencia del actual gobierno, ahora se ve a los verdaderos nacionalistas”.

Edilberto Castro Ramírez:

“Gregorio santos guerrero, la historia te ha colocado en el lugar que estas ahora para hacer respetar la dignidad de los cajamarquinos, no dudamos de tu integridad, el pueblo está contigo y personalmente recibe mi apoyo, adelante en la lucha, son deseos de un cajamarquino desde Madrid.

Dubertzinho Ocupa Fuentes:

“Amigo Goyo siga en la lucha por la causa justa de defender los derechos de su pueblo y el medio ambiente...firme en sus decisiones amigo.....la juventud y nosotros sus paisanos lo apoyamos”.

Manuel Villarreal Gutiérrez:

“Goyo Santos Guerrero, las conciencias del pueblo del Perú y del mundo están contigo, ten fe, que los sirvientes de las mineras serán derrotados”.

Yvonn Vera Sanchez:

“Fuerza compañero, seguimos en pie de lucha.
Felicito y apoyo su accionar”.

Angel Alonso Irigoyen Rivera:

“Sr. Presidente tenemos que seguir luchando. Conga es inviable por donde se lo quiera mirar. Qué va hacer del futuro de nuestra región, de nuestros hijos. Fuerza presidente; debemos colaborar todos a fin de proponer y encausar nuestro propio desarrollo fundamentado en actividades sostenibles”.

Son miles los comentarios que se publican en su cuenta de Facebook del Presidente Regional. Además en las redes sociales las organizaciones del pueblo, autoridades regionales y locales de todo el país, vuelven a expresar el respaldo y solidaridad con las justas luchas del pueblo de Cajamarca.

ACLARACION URGENTE:

A pesar de las calumias que se han estado dando permanentemente y sin considerar el respaldo de la población, hoy ha circulado el comentario de un supuesto accidente del Presidente Regional, informaciones totalemente carentes de veracidad.

Alertamos al pueblo peruano que esto cotinuará, seguro que en próximas horas sacacarán mas calumias.

Hacemos un llamado al pueblo de Cajamarca a mantenerse unidos para seguir luchando por la defensa de nuestros recursos naturales. ¡Alto a la guerra sucia!

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Comentarios

Al fin hemos visto que nuestro presidente regional está en nuestra ayuda, no es Goyo el que saca cara por el agua y su medio ambiente, sino el pueblo que hace 18 años y la provincia de Hualgayoc más de 10 decadas viene siendo maltratada y tratados como ignorante por las transnacionales que vienen nos explotan y con el pretexto de traernos desarrollo para nuestro pueblo nos dejan solo contaminación y muerte. Si eso queremos para nuestras generaciones futuras quedemonos con los brazos cruzados esperando que la mina nos siga explotando y engañando para matarnos lentamente.
Goyo estamos contigo.

VAMOS GOYO ESTAMOS CONTIGO

ES INJUSTO QUE UNA HECTAREA DE SUBSUELO VALGA ALGO DE DIEZ SOLES Y MUCHO MAS QUE LOS QUE DEBERIAN SER RICOS SON POBRES. TAMBIEN LA INCOHERENCIA GUBERNAMENTASL CON PROTOCOLOS Y TRATADOS INTERNACIONACIONALES DE PROTECCION AL MEDIO AMBIENTE
DEBERIA HABER REFERENDUM PARA RENOVAR LA PRESIDENCIA Y 2DA VICEPRECIDENCIA DEL PERU

DICE UN SABIO MENSAJE :LA VOZ DEL PUEBLO ES LA VOZ DE DIOS, Y EL PUEBLO DIJO "NO" POR LO TANTO DIOS DIJO "NO". SERIA UN HORROR SECAR LAS LAGUNAS, ESTA BIEN EXPLOTAR LOS MINERALES PERO NO A UN COSTO TAN CARO, NI CIEN LAGUNAS DE ORO VALEN MAS QUE LAS LAGUNAS QUE QUIEREN SECAR.
SALUDOS

respaldar al presidente regional en sus acciones realizadas en los ultimos dias, es el rpimer presidente regional de cajamarca que se ha puesto bien los pantalones y defiende los recursos naturales y a su pueblo, esperamos que siga adelante y no claudique,al igual que los alcaldes que lo estan apoyando y los presidentes de los frentes de defensa.
Si sigue asi goyo a la presidencia del PERU...

Escribe César Hildebrandt
PUBLICADO EN HILDEBRANDT EN SUS TRECE

Las decepciones son mayores cuando las esperanzas son más intensas.

A pesar de que la segunda vuelta obligaba a Ollanta Humala a la moderación y a la búsqueda de consensos, era obvio que quienes votaron por él conservaron la expectativa de que un gobierno suyo iba a traer algunos cambios cualitativos. De eso se trataba, precisamente, la pelea política y moral con Keiko Fujimori.

Esa esperanza de cambios ha terminado.

En un proceso semejante a la progeria, esa enfermedad que envejece a los niños a la velocidad del infortunio, Humala se ha resignado a gerentear el Perú.

El poder económico ha hecho con él lo que logró hacer con casi todos: ensillarlos, adobarlos, engullirlos. Al empresario salitrero Billinghurst no lo pudieron convertir en sirviente y por eso le dieron un golpe de Estado. Al general Velasco no lo pudieron asustar y por eso lo han convertido en el demonio temido al que hay que seguir aporreando desde sus medios de comunicación.

Todos los demás entraron al redil.

Humala acaba de hacerlo a paso redoblado.

La declaratoria del estado de emergencia cuando se estaba a punto de llegar a un acuerdo no sólo dejó mal parado a Salomón Lerner sino que fue un mensaje hacia el futuro: los acuerdos son peligrosos cuando uno no está dispuesto a cumplirlos, mejor es militarizar "las ciudades alzadas".

Cajamarca no es una villa levantisca. Cajamarca está harta de esa minería avariciosa que todo lo enmugra con sus ácidos, sus humos ponzoñosos, su dinástica mierda.

Cajamarca no está contra la minería que respeta y concede. Está en contra de ese antro aurífero, colonialmente prepotente, llamado Yanacocha.

Ahora Cajamarca es una ciudad tomada "por las fuerzas del orden".

¿De qué orden?

Del orden tal como lo entiende la derecha pre-Gutenberg peruana. Es decir, palo y bala si es necesario con tal de que nadie se oponga a nuestro destino de vendedores de rocas molidas. Y palo y bala para los que osen enfrentarse a 200 años de desprecio.

Humala es nuestro nuevo Zelig. Habla como Sánchez Cerro, actúa como Alan García, decide como lo hubiera hecho Luis Bedoya.

Ya ni siquiera disimula, lo cual, en efecto, es un mérito. Caída la máscara del reformador, apagadas las luces del centrista, Humala marcha a paso ligero a ser el albacea del modelo que aquí impuso una banda de delincuentes cuyo cabecilla tiene una sentencia de 25 años por delitos de lesa humanidad.

Que Humala se prepare para otros Cajamarcas. Si cree que va a intimidar actuando como un matón que ordena detener durante diez horas, sin mandato judicial alguno, a dirigentes que salían de una cita en el Congreso, se equivoca.

Si cree que invirtiendo 500 millones de soles en infraestructura (mientras congela, irregularmente, las finanzas del gobierno regional) va a comprar a Cajamarca, se equivoca dos veces.

Y si cree que los aplausos de la derecha y su plebe amaestrada suponen un veredicto popular, se equivoca tres veces.

Saldrá este fin de semana una encuesta que dirá su popularidad ha aumentado, señor Humala. No se la crea. Detrás de esas cifras está la verdad. La rabia polvorienta de los pueblos que se sienten fuera de toda inclusión política no la miden las encuestas, que a Fujimori también le sonreían.

No les crea, señor Humala, a los incondicionales que le dicen que usted ha recuperado la autoridad. Eso le decía El Comercio a Sánchez Cerro cuando mandaba bombardear Trujillo, y a Odría, cuando mandaba matar a Negreiros.

La historia del Perú está plagada de ovaciones siniestras venidas desde los palcos. Los éxitos "del orden" siempre serán provisorios cuando la meta no es hacer justicia sino durar, congraciarse con los inversionistas mineros, ser plausible para los de siempre.

Era justo borrar a Conga de la cartera de proyectos mineros. No sólo porque es incompatible con la agricultura y la conservación de recursos hídricos de la zona sino porque su Estudio de Impacto Ambiental era, como lo demostró el ex viceministro José de Echave, maliciosamente incompleto. Y porque, además, Conga es hija de Yanacocha, una empresa que ha hecho todo lo posible para que los cajamarquinos la odien y teman.

Ahora usted repite a Alan García con eso de que el suelo es privado pero el subsuelo es del Estado. Es argumento tan indigno, intelectualmente tan mísero, que debería avergonzar a quien lo esgrima.

Vayamos al absurdo: ¿y si mañana unos exploradores chinos o canadienses descubren, en las proximidades de Machu Picchu, un millón de toneladas de oro y varios trillones de metros cúbicos de gas? ¿Nos deshacemos de la zona de amortiguamiento de Machu Picchu? ¿Ponemos en peligro esa maravilla? No, ¿verdad?

Machu Picchu, al fin y al cabo, es el testimonio de una civilización que tuvo una relación amistosa con el medio ambiente. ¿Y por qué el pasado, por más majestuoso que sea, puede resultar más respetable que límpidos presentes de una región que vive hace siglos de producir cosas fragantes que se comen?

Para llegar al subsuelo hay que perforar los suelos, abatir las propiedades, cambiar los paisajes, matar aguas. Decirle a Cajamarca que el suelo es suyo pero el subsuelo es "nuestro", es decirle que el suelo no suyo y que está expuesto a la voracidad minera y a la complicidad del Estado con los poderes fácticos.

Somos una república unitaria, pero no somos una dictadura unitarista. Somos un país, no un cuartel. Y usted prometió (tengo las grabaciones respectivas) aguas y lagunas conservadas para Cajamarca, un nuevo país para los que han esperado tanto, cambios y reformas en los contratos de inversión que, tomando como base el interés público, así lo requirieran.

Presidente Humala: no crea que es usted muy original. Tiene usted una ascendencia histórica abundante, aquí y en América Latina.

Y a usted, que ahora profesa tan auténtica amistad por Chile, le contaré brevemente la historia de Gabriel González Videla, un probable clon suyo que gobernó a nuestro amable vecino del sur.

González Videla llegó al poder en Chile en 1946. Logró eso porque contó con el apoyo de un frente popular que incluía al poderoso Partido Comunista de Chile. Y obtuvo el respaldo de ese frente, que incluía al Partido Radical, porque prometió un Chile nuevo y más justo.

Pues bien, la presión de los conservadores, las amenazas de Washington (un diálogo con Truman fue decisivo), la falsedad o endeblez de sus convicciones empujaron a González Videla a reprimir salvajemente las huelgas de mineros que reclamaban mejores salarios y a quienes él, precisamente, había prometido nuevas perspectivas y trato más digno. De inmediato, dictó la famosa Ley de Defensa Permanente de la Democracia, declaró al Partido Comunista ilegal, censuró las publicaciones de izquierda y convocó a conservadores y liberales a integrar un gabinete que se llamó "de concentración nacional". Pablo Neruda, que en ese entonces era senador por el Partido Comunista, fue perseguido, vivió durante meses en la clandestinidad y, al final, penosamente, por tierra, pudo salir en secreto de Chile.

En su Canto General, Neruda escribió estas líneas bajo el título "González Videla":

"…En Chile no preguntan, los puños hacia el viento,

los ojos en las minas se dirigen a un punto,

a un vicioso traidor que con ellos lloraba,

cuando pidió sus votos para trepar al trono...

A mi pueblo arrancó su esperanza, sonriendo,

la vendió en las tinieblas a su mejor postor,

y en vez de casas frescas y libertad, lo hirieron,

lo apalearon en la garganta de la mina,

le dictaron salario detrás de una cureña,

mientras una tertulia gobernaba bailando

con dientes afilados de caimanes nocturnos".

En el Perú no tenemos, fatalmente, a un Neruda. Pero quizá hemos empezado a tener a un González Videla.

Alguien que pierde los ideales, un gobierno que abandona su esencia, un horizonte de bala y pragmatismo, la política hecha medición de PBI y aplauso de las agencias de calificación de riesgo, ¿qué son, qué galaxia de sentido forman? El fenómeno tiene un nombre: es la derrota de la inteligencia y el triunfo de la administración.

excelente artículo.
Y para entrar más en la actualidad, lo compararía con Obama y su gran capacidad para mentir sobre todo a su pueblo a gente humilde y pobre,negros e inmigrantes latinos que le dieron su voto, que creyeron en sus promesas las que olvidó apenas piso el Palacio de Gobierno.Pobre diablo!

solo es un diablo humala

Yo no voté por Goyo porque por una parte no lo conocí;prejuiciaba que porque era de patria roja era rojo; y porque he vivido de cerca ese tiempo, lo rechazaba de tajo!.
La sorpresa fue de que con esa carita de indio que le agrega valor a nuestra raza; es centrado, prudente y fuerte al mismo tiempo,acierta en sus comentarios y habla lo suficiente. Me ha dado a entender por qué era bueno que esté en el gobierno. Espero que siga así. Ahora estoy contigo Goyo!

Conga no va.
por: Paul E. Maquet
No hay nada de radical en decir eso: no estoy diciendo “no a la minería”, estoy diciendo NO a este proyecto específico.
¿Por qué? ¿Por necio? No, al contrario, por argumentos concretos y sensatos.
Primero, porque cuatro lagunas naturales no se pueden reemplazar por reservorios artificiales. Eso está claro: no es lo mismo. Las lagunas son un ECOSISTEMA, con múltiples y complejas conexiones entre el agua y los demás elementos vivos y no vivos. Además, las lagunas de toda la zona donde se piensa realizar el tajo abierto se conectan con las nacientes de los ríos y derivan sus aguas, tanto de manera superficial como subterránea, hacia las partes inferiores de la cuenca. El propio Estudio de Impacto Ambiental(EIA) lo señala, al indicar la presencia de “gradientes de agua subterránea que descienden de las cumbres del altiplano a los valles de los cursos de agua”. El EIA reconoce que el proyecto “tiene el potencial de impactar tanto la calidad como la cantidad de los flujos de las quebradas aledañas” y que “representaría una variación en los niveles de infiltración, en la distorsión de los flujos hidrogeológicos como consecuencia (de) presas que cortan casi en su totalidad el flujos subterráneos”.
¿Queda claro este punto? Se va a destruir lagunas que se conectan de manera subterránea con las partes superiores e inferiores de la cuenca, y esos flujos serían cortados “casi en su totalidad”. No lo digo yo.
¿Qué propone el EIA de Conga? Que ese problemita se puede solucionar construyendo cuatro reservorios “de mayor capacidad”. En efecto, el dato es impresionante: los reservorios que construiría la empresa tendrían una capacidad de 10 830 000 metros cúbicos de agua, versus los 2 600 000 que albergan actualmente las cinco lagunas que desaparecerían.
Pero estos reservorios servirán para captar agua de LLUVIA. Eso es lo que tiene que quedar bien claro: los reservorios no sirven para reemplazar de manera integral los servicios medioambientales que brindan las lagunas naturales, los bofedales que las rodean y todo el ecosistema circundante –como lo ha sugerido el propio ministro de Ambiente. Sólo sirven para guardar agua de lluvia, agua superficial. ¡Y eso está muy bien! De hecho, nadie se opone a la construcción de los reservorios, que efectivamente permitirían equilibrar la disponibilidad de agua a lo largo del año. ¡Que se construyan los reservorios! Pero ¡que NO se destruyan las lagunas!
Porque las lagunas no son baldes de agua ni recipientes, como muy bien explica Marco Arana en esta entrevista.
Esa es la diferencia entre un simple enfoque ingenieril tradicional y un enfoque ECOSISTÉMICO. Ollanta Humala se ha hecho merecedor al premio “la frase más tonta del año” cuando dijo, en su discurso : “exigimos a la empresa a que no vengan a hacer reservorios de cemento, queremos la construcción de lagunas modernas para ese trasvase con tecnología de punta, y en ese sentido exigimos a la empresa que haga un mayor número de lagunas”. Lamentablemente, el ser humano aún no ha aprendido a hacer lagunas.
El proyecto Conga se basa en enfoques del siglo XIX y XX (“el ser humano es capaz de reemplazar a la naturaleza” y “los elementos de la naturaleza no tienen relación entre sí y los podemos modificar a nuestro antojo”) que no son capaces de enfrentar el principal desafío del siglo XXI: la disponibilidad de agua en un contexto de cambio climático.
Suena bonito decir “oro y agua”. Pero es imposible cuando el oro está exactamente DEBAJO del agua, como en este caso.
Hay un par de razones adicionales para decir NO a Conga.
Por un lado, que el proyecto no cumple con la Ley. Así es. Lo que pasa es que en el Perú nos hemos acostumbrado a que sólo se cumpla la parte de la Ley que le conviene a algunos grupos poderosos. Pero así como la Ley dice que el Ministerio de Energía y Minas (MEM) aprueba los EIA, la Ley también dice que las regiones establecen su zonificación económica y ecológica (ZEE). Pues bien, Cajamarca es una de las pocas regiones que ha elaborado ese estudio, que define que la zona donde se piensa realizar el proyecto es “de alta importancia hídrica”. Sin embargo, este análisis no ha sido tomado en cuenta por el MEM. La Ley también decía que las municipalidades pueden declarar “zonas protegidas”. El 2004, la Municipalidad de Celendín declaró como “zona protegida” el área de influencia de Conga. Tres años después, el 2007, Alan García dio un decreto supremo quitando a los municipios esa atribución. Ya sabemos que las leyes no son retroactivas, claro, pero parece que a veces sí. Por último, la Ley (de recursos hídricos) dice que “el Estado reconoce como zonas ambientalmente vulnerables las cabeceras de cuenca donde se originan las aguas” y que “la Autoridad Nacional (del Agua, ANA), con opinión del Ministerio del Ambiente, podrá declarar zonas intangibles en las que no se otorgará ningún derecho para uso”.
Es decir, la Ley también ampara a los que nos oponemos a Conga. Pero, como dijo Stanislaw Jerzy Lec, “todos somos iguales ante la Ley pero no ante los encargados de aplicarla”.
Por último, hay un serio problema de credibilidad. No a Conga, también, porque ¿quién le cree a Yanacocha? Claro, podemos abstraernos, irnos al mundo de las ideas y no a la historia concreta. Pero si vemos el prontuario de Yanacocha, una empresa cuyos “services” de seguridad han hecho seguimiento parapolicial a líderes ambientalistas (uno de los cuales fue asesinado en circunstancias que aún no han sido aclaradas), una empresa que empezó con un proyecto que implicaba desaparecer cuatro lagunas y que ya ha destruido más de 20, una empresa que derramó mercurio y luego pasó piola, ¡en fin! Son demasiados casos como para hacer tabula rasa. En estas cosas también cuenta la trayectoria.
El proyecto Conga se basa en enfoques del siglo XIX y XX (“el ser humano es capaz de reemplazar a la naturaleza” y “los elementos de la naturaleza no tienen relación entre sí y los podemos modificar a nuestro antojo”) que no son capaces de enfrentar el principal desafío del siglo XXI: la disponibilidad de agua en un contexto de cambio climático.

Un antes y un después
Conga marcará un antes y un después en el Gobierno de Ollanta, como lo han entendido desde Aldo Mariátegui y la CONFIEP hasta Gregorio Santos y Marco Arana.
Aún no se cruza el rubicón, para usar la metáfora de Aldito M.
De hecho, hasta antes del discurso de Ollanta esta semana, las reacciones habían sido bastante cautas, y el ministro del Ambiente ha ofrecido una revisión del EIA que todos estamos esperando. Lo que ha hecho Ollanta, salir a dar declaraciones como las que ha dado sin contar con el informe del ministerio de Ambiente, ha sido cuando menos audaz. Y ha demostrado, sinceramente, ignorancia y torpeza en varias de las cosas que ha dicho.
Pero todavía se puede rectificar. Tan simple como que el ministerio del Ambiente emita un informe técnico y se decida en base a eso. EN BASE A ESO, y no al monto de inversión, a los compromisos, a Pensión 65 o al gravamen. O, si se quiere más neutralidad, que el EIA se envíe a la UNOPS, cosa que hasta Alan García hizo con el proyecto Tía María. Por cierto, en aquella ocasión el organismo internacional hizo 138 observaciones al estudio, demostrando que realmente los criterios que usan el Estado peruano son risibles.
Ojo, repito: aquí no se trata de ser “antiminero” o “prominero”. Para el caso, ambas posturas son ideológicas. AMBAS. Se trata de juzgar si Conga va. Todo indica que, si Conga va, la población va a sufrir escasez de agua en los próximos 15 o 20 años, y eso que aún no hay un modelo matemático elaborado por SENAMHI sobre los efectos del cambio climático en la zona. Entonces, la pregunta de fondo es: ¿este Gobierno es capaz de poner los intereses de campesinos concretos por encima de los proyectos de inversión de una empresa?
Esa es la pregunta. Porque si se trata de conseguir plata, pues que le cobren los impuestos a la Telefónica, que hagan la reforma tributaria y que luchen contra la corrupción, que fue lo que se prometió en campaña. Ese fue el compromiso electoral, no Conga.
Ollanta ha dicho que no acepta chantajes de nadie. La prensa de derecha lo ha interpretado como chantajes de la población en pie de lucha. Pero ¿no es un chantaje decir “si no va Conga peligra el gravamen minero”? Ese es el verdadero chantaje.
Tenemos derecho a exigir
En algunos espacios se ha vuelto una especie de lugar común rechazar a los que critican o burlarse de los que “esperaban algo”. Son dos extremos que llevan a lo mismo.
Por un lado, parece ser que si uno es crítico a Ollanta “le hace el juego a la derecha”. Cosa más absurda: este es un proceso en disputa, todos lo sabemos, y así como la Sociedad Nacional de Minería tiene derecho a mover todas sus fichas para presionar al Gobierno, nosotros, el 30% que votó por un cambio en primera vuelta, también tenemos derecho a presionar, si es necesario con movilización social, para que ese cambio se haga realidad.
Por el otro lado, algunos señalan que “Ollanta nunca fue de izquierda” y que si esperábamos un cambio de modelo hemos sido unos ilusos. Pues ese es otro absurdo. Aquí Ollanta no tiene que ser de izquierda para respetar el derecho al agua de la gente. Tampoco tiene que haber un cambio de modelo para que un proyecto específico no sea aprobado. Simplemente le exigimos a Ollanta no sólo que cumpla con sus promesas, sino que cumpla con el rol que tiene el Estado: garantizar los derechos de los ciudadanos.

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